domingo, 25 de octubre de 2009

"Café de García", Villa Devoto



En la esquina de Sanabria y José Pedro Varela. Inconfundible olor a café mañanero que se desparrama hacia las veredas vecinas.

El Café de García es uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo, este típico cafetín de Buenos Aires funciona desde el 1927 y fue declarado sitio de interés cultural y testimonio vivo de la memoria ciudadana. Sus paredes dan cuenta de ello: camisetas de fútbol históricas, banderines, propagandas de otras épocas, y otra pila de objetos, que hacen del lugar un museo.

Se recomiendan las superpicadas de 30 ingredientes que son la estrella del lugar los fines de semana por la noche, cuando suele agotarse la capacidad del lugar, ideal para compartir con amigos mientras juegan al billar.

En un edificio de 1900, este café mantiene el estilo porteño en estado puro gracias al esmero de los hermanos García. En las tardes soleadas es una tentación sentarse en las mesas de su vereda bajo el encanto de las glicinas. Su salón está cargado de estilo y nostalgia. La ambientación tiene símbolos que nos remontan a la vida cotidiana de otro tiempo en la ciudad: el sifón, los envases de Bidú y Crush, el acordeón y otros objetos testigos de la historia del barrio. Siempre estará un tango sonando y mientras nos espera una partida de billar.

Vale la pena conocerlo y aprovechar la ocasión para recorrerr el barrio de Villa Devoto conocido como "el jardín de Buenos Aires".

Horarios: Lunes a Viernes de 6 a 2.30 hs y Sábados de 7 a 2.30 hs. Domingos Cerrado.

Superpicada con 30 ingredientes

Jueves, Viernes y Sábados desde las 20.30 hs, con reserva previa de mesa

Teléfono: 4501-5912

Transportes: Coelctivos líneas 47 / 80 / 85 / 109 / 114 / 134 / 146

Dirección: Sanabria 3302 (Esq. José Pedro Varela) - Villa Devoto -

e-mail: @quí

web: pinchá aquí

Extracto de comentarios de usuarios en guiaoleo.com:

"Vale la pena visitarlo para viajar en el tiempo" y encontrarse "rodeado de una colección de cosas viejas", "un collage de innumerables recuerdos de figuras del fútbol (…) y hasta camisetas firmadas por el propio Maradona".Es un lugar "para no perdérselo" por sus "riquísimas picadas, que no se terminan nunca", aunque "podrían tener mejor calidad algunos productos". La atención es "un poquito automatizada y desprovista de amabilidad". Sin duda, "una tradición de Devoto".

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